Inversión inmobiliaria

¡Muy buenas! Gracias por estar aquí una semana más. A partir del post de la semana pasada, mucha gente me ha preguntado sobre la inversión en bienes raíces y cómo pretendo hacerlo, ya que es un mundo totalmente distinto al de las inversiones en bolsa o criptomonedas.

Como te imaginarás, yo aún no he invertido en bienes raíces, pero desde que empecé a trabajar mis finanzas personales, tracé mi plan de inversiones en el que contemplaba como un pilar fundamental de mi futura riqueza un portfolio de propiedades de alquiler. Como estaba contemplado, leí un libro sobre ello, escuché varias horas de podcasts sobre inversión inmobiliaria y vi bastantes videos de Youtube sobre el tema. El blog www.biggerpockets.com me ayudó mucho a entender los distintos ángulos desde los que se puede invertir en bienes raíces.

El primer mito que me desmontaron al investigar sobre este tipo de inversión es que «se necesita mucho dinero para poder empezar a invertir en inmuebles». Esto es falso. Obvio que sí necesitas capital para poder entrar a un piso o una casa, pero no necesitas una locura de dinero. Según la hipoteca que consigas, quizá sólo necesites un 20% del valor de la propiedad. Como punto de partida, te diré que para que te salga rentable cualquiera de las estrategias, deberías tener un retorno de tu inversión (ROI) de, al menos un 8% e, idealmente, entre un 12 y un 15% (en otra entrada escribiré más detalladamente sobre estos porcentajes). Más abajo te voy a contar algunas de las estrategias que más me gustan para este tipo de inversión:

House hacking:

Esta estrategia es buena para gente joven o sociable. No es más que comprar una propiedad de 2 o más dormitorios, vivir en ella y alquilar las habitaciones restantes, con lo que tus gastos de vivienda se reducen a 0 o muy cerca de 0; por lo cual liberas dinero para continuar invirtiendo en bolsa, criptomonedas o en esa misma propiedad para aumentar su valor o adelantar pagos para pagar la hipoteca más rápido. Sea como sea, la idea es rehipotecar la propiedad cuando ya hayas pagado una buena parte de ella, sacar el cash y comprar una segunda propiedad a la que te mudarías y repetirías operación, teniendo una propiedad alquilada completa y la segunda propiedad alquilada parcialmente. Una vez llegado a este punto puedes decidir pagar por completo la primera propiedad lo antes posible o repetir la operación al completo y conseguir una tercera propiedad, la cual no alquiles y vivas independientemente, sin compartir, teniendo dos propiedades alquiladas y viviendo en tu casa.
Pros: no necesitas una gran cantidad de dinero para comenzar. Gastos de vivienda prácticamente nulos o, incluso, con ganancias mensuales. Facilidad para aumentar tu portfolio en un corto periodo de tiempo. Cashflow constante.
Contras: tienes que vivir con más gente en tu casa. Poca privacidad. Posibles problemas de convivencia.

Reventa de propiedades (House flipping):

Esta estrategia es interesante para tener beneficios a (relativamente) corto plazo e, incluso, ganarte la vida haciendo esto constantemente sin tener los quebraderos de cabeza de tener inquilinos. Consiste en comprar una propiedad con algunos defectos a un precio bastante reducido, reformarla y venderla por un precio superior al de compra. Esta estrategia se puede hacer con estudios o apartamentos pequeños para empezar, por lo que no necesitarías una gran inversión inicial y podrías ir aumentando el valor de las propiedades que revendes hasta que tu beneficio neto en cada propiedad sea suficiente para pagar tu estilo de vida durante todo un año. Importante saber que: Precio de compra+impuestos y tasas+costes de la reforma<Precio de venta.
Pros: Beneficios netos altos y en corto plazo. No afecta negativamente a tu vida diaria. Puede convertirse en tu trabajo. Puedes evitar los impuestos por ganancia patrimonial si es tu vivienda habitual durante 3 años o más y la que compres deberá ser tu vivienda habitual por los 12 meses siguientes a su compra.
Contras: pagarás impuestos por cada venta. Si decides vivir en las propiedades, estarás viviendo en una obra constantemente. No te proporciona cashflow.

BRRRR (Buy Refurbish Rent, Refinance, Repeat):

Estas siglas, en español significan: Comprar, reformar, alquilar, rehipotecar y repetir. Esta es mi favorita porque, además de ser una estrategia en sí misma, la puedes juntar con el House Hacking o cambiar de idea a mitad de camino y hacer una reventa en lugar de alquilarla. Consiste en comprar una propiedad que necesite una buena reforma y que esté a un precio reducido, le haces las reformas necesarias y, al contrario de la reventa, en este caso te la quedas y la alquilas una vez reformada. Al haberla reformado, el valor de la propiedad aumenta, por lo que puedes rehipotecarla para sacar el valor en liquidez y utilizar esta liquidez para comprar otra propiedad y repetir la operación. Al rehipotecar, no creas una transacción gravable, por lo que esta liquidez no está sujeta al pago de impuestos.
Pros: te beneficias de la revalorización de la propiedad a la vez que adquieres un activo que te proporciona cashflow mensual. No estás sujeto al pago de impuestos al cobrar tus beneficios. Puedes aumentar tu portfolio relativamente rápido.
Contras: tendrás varias hipotecas a la vez. Tienes que preocuparte de reformarlas y, eventualmente tendrás que dedicarte al mantenimiento de las propiedades o contratar una empresa que lo haga por ti.

Estas son 3 estrategias que me parecen interesantes para comenzar a invertir en bienes inmuebles por ser bastante simples y realistas a la hora de comenzar sin una gran base económica. En cada título te dejé enlaces para que ahondes más en cada una, con consejos de gente que sí ha llevado a cabo estas estrategias. A partir de aquí puedes derivar en inversiones con inversores externos y demás que ya entraré a explicar más adelante en una publicación futura.

Déjame saber qué te parecen estas estrategias o si tienes alguna pregunta o sugerencia, ya que sabes que aquí estoy aprendiendo yo tanto como tú. Si ya tienes alguna inversión y te gustaría compartir tu estrategia, no dudes en dejar un comentario más abajo y así los demás podemos aprender de tu experiencia.

Nos vemos en la próxima entrada, gracias por leerme una semana más.

¡A ser libres!

Las emociones y las inversiones

¡Hola, hola! Empezó junio y vengo a reflexionar un poco sobre la fortaleza mental necesaria para las inversiones y por qué es tan importante únicamente invertir dinero que estás dispuesto a perder. Obviamente lo voy a reflexionar en cuanto a mi situación personal en el pasado mes y medio, desde que empecé a invertir en Criptomonedas además de mis Fondos Indexados.

Llevamos ya unas cuantas semanas en lo que se denomina un «Bear market» o «mercado bajista» en el mercado de las criptomonedas. Lo cual (cito literalmente de Wikipedia) «Es la tendencia contraria a Mercado Alcista o Bull Market, en la que los precios encuentran nuevos mínimos y en un periodo mayor a dos meses los cierres a la baja predominan». Así que, como ya te imaginarás, todas mis inversiones han perdido valor en estas semanas. Estoy aproximadamente en un 65% del valor total de lo invertido ahora mismo y hoy vengo a darte mi opinión y contarte el cómo he vivido esta caída.

Pues, para no engañarte, te diré que se te encoge el estómago cuando ves que tu dinero empieza a perder valor y no para de caer. En mi caso particular, cuando empecé a ver caídas me emocioné, ya que tenía pensado invertir más de cualquier manera, por lo que seguí invirtiendo. El problema fue cuando ya había invertido todo lo que había planeado y las caídas seguían sucediéndose. Ahí fue cuando el miedo se aferró de mí y me entraron las dudas sobre si había tomado la decisión correcta o no al invertir en las monedas que había invertido o si debía haberme quedado con el dinero en cash. Esto me hizo sentirme mal durante un par de días, pero no tomé ninguna decisión. Simplemente aguanté hasta que se calmaran mis emociones para poder decidir de manera racional y no reactiva.

Retirar mi dinero para «controlar las pérdidas» habría sido un error grande, ya que confío en las monedas en que estoy invertido y en su proyecto. Si no fuese así, no habría comprometido mi dinero a este tipo de inversión en un primer lugar. Además de que el dinero que tengo invertido en esas monedas es dinero que no necesito a día de hoy, ni voy a necesitar en el futuro próximo, ya que tengo mi fondo de emergencias completo y parte de mi colchón financiero.

Ahora quizá te pase por la cabeza algo del estilo «¿Pero Edu, de verdad no te importaría perder el dinero que tienes invertido?» Y yo te contestaría que sí que me importaría y me molestaría muchísimo perder todo ese dinero, pero no caería en bancarrota ni me vería obligado a conseguir otro trabajo para poder reponerlo, ya que he invertido dinero que puedo perder sin afectar a mi estilo de vida o mi situación financiera.

También he de contarte que no sólo tuve que controlarme bastante para no vender, sino que tuve que controlarme para ¡dejar de comprar! Sí, tal y como te digo, ver que tu dinero rinde más cuando las inversiones están «baratas» es adictivo y tus emociones te pueden jugar una mala pasada aquí. Por esto es importantísimo que tengas un plan y te adhieras a él sin importar lo que pase en el mercado, siempre que lo que quieras es crear riqueza a largo plazo.

A día de hoy sigo leyendo noticias derrotistas, dando por muerto al Bitcoin y al mercado de las criptomonedas, pero también encontré noticias así en 2010, 2014 y el año pasado y las criptomonedas siempre salen hacia arriba. Yo confío en las monedas que tengo y que estoy «hodling» (término utilizado en el mundo cripto para referirse a comprar mantener las inversiones, sin venderlas), por lo que el ruido de las noticias y de las redes sociales no me afectan.

Las monedas en las que estoy invertido y que pienso que me van a ayudar a llegar a mi libertad financiera en los próximos 3-5 años son Zilliqa y Safemoon. Ambas son monedas pioneras en algo. Zilliqa es la primera en trabajar efectivamente el concepto de «Sharding» que explicaré en otra entrada, y Safemoon es la primera en utilizar los «Tokenomics» (pagar dividendos a quien posee la moneda), multiplicando así la cantidad de Safemoon que tienes en tu Wallet de manera constante y también te lo contaré en otra entrada, ya que hay bastante de qué hablar. Ambas tienen proyectos muy interesantes para el futuro próximo, por lo que creo en ellas y confío en que su valor se multiplicará.

Además, para suavizar esta locura, aproximadamente el 45% de mis inversiones está en Fondos Indexados, los cuales han subido de precio desde que compré, por lo que las pérdidas no son tantas como parecería si sólo hablamos de las criptomonedas. Esta es la gran importancia de tener un portfolio diversificado.

Con esto acabo mi experiencia personal en las últimas semanas. Espero que te sirva de algo leerme y ver que no todo es un camino de rosas para llegar a la libertad financiera. Te iré informando de mis pasos conforme los vaya dando. Nos vemos en la próxima entrada.

¡A ser libres!

Vivir por debajo de tus posibilidades 101

Muy buenas, me alegra que estés aquí otra semana más.

Como te prometí la semana pasada, hoy voy a compartir contigo mi visión sobre qué significa, realmente, vivir por debajo de nuestras posibilidades y cuánto por debajo debemos vivir para llegar a nuestra meta de ser financieramente libres, porque sí, todo lo que escribo aquí es orientado a alcanzar la libertad financiera.

Vivir por debajo de nuestras posibilidades es, simplemente, gastar menos de lo que se gana para ahorrar e invertir el restante y, de esta manera, crear riqueza. Esto es bastante simple si sigues los pasos que te dejé en esta entrada. Básicamente: lo más importante si aún no tienes un hábito de ahorrar e invertir o no logras ahorrar todo lo que te gustaría, es controlar tus gastos: Apunta TODO lo que gastes en una libreta, en una app tipo Fintonic, en las notas del móvil, donde sea, pero apunta cada euro que gastes. Cuando sepas a dónde va cada uno de tus euros, podrás reubicarlos en otros sitios más importantes para tu vida.

Cuando controlas tus gastos, tú decides, es así de simple. Una vez tienes tus gastos controlados es cosa de hacer un ejercicio de autoanálisis: de todas las cosas en las que gastas, qué es indispensable, qué cosa aportan valor real a tu vida y qué cosas son meros lujos prescindibles. Te lo aclaro más abajo:

  1. Indispensable: alquiler o hipoteca, facturas (de luz, agua, teléfono, etc.), compra en el supermercado, transporte.
  2. Cosas que aportan valor: cualquier cosa que te haga feliz. En mi caso sería todo lo relacionado con jugar al tenis, café de calidad, cervezas especiales, bailar y la comida (ya sea en restaurantes o comprando producto de primera calidad que no compraría a diario por precio). En tu caso quizá sea el maquillaje, el crossfit, el dibujo, la lectura… Cualquier cosa que te haga feliz de verdad.
  3. Lujos prescindibles: ropa de marca, usar el coche sin necesidad, entrar en Tiger a mirar y salir con 35€ de cosas que vas a perder a los dos días, salir a comer fuera varias veces a la semana, etc. Por simplificarlo, cosas que no te aportan nada extra si lo comparas con otras alternativas más baratas o gratuitas.

Una vez tienes claro qué gastos van en cada una de las clasificaciones, ya has ahorrado; porque lo prescindible puedes eliminarlo de golpe. Luego puedes buscar formas de ahorrar dinero en las otras dos categorías, ya sea buscando un alquiler más barato o alquilando una habitación en tu casa para pagar parte de la hipoteca. Buscando una compañía de teléfono más económica o negociando tu factura con tu compañía actual. Aprovechándote de las ofertas del supermercado y cocinando las comidas de la semana en casa. Utilizando el coche solo para lo que sea estrictamente necesario, etc. Hay millones de formas de ahorrar dinero sin privarte de nada y únicamente requieren un poco de tu tiempo para organizarlo todo.

Recuerda que cada euro que ahorres mensual es un aumento de sueldo inmediato que te estás dando tú a ti misma/o, por lo que, si te da pereza pasar un par de horas un día o dos al mes en hacer esto, piensa que ese par de horas quizá te ahorre 50€ al mes, que son 600€ al año. No salen mal esas cuentas ¿verdad?

Ahora que sabes a dónde va cada euro, has recortado en las cosas que no son importantes y has logrado reducir gastos en las que sí son importantes además de ahorrar todo ese dinero sobrante: te habrás dado cuenta de que no eres menos feliz que antes, porque has recortado en cosas que no te hacían feliz realmente y que te lastraban tu progreso financiero. Ahora sigues siendo feliz y tienes dinero para ahorrarlo.

¿Me estás diciendo que no puedo disfrutar de lujos nunca? No, no digo eso, te puedes dar lujos de vez en cuando, pero recuerda que esos lujos es con el dinero sobrante después de haber ahorrado en primer lugar y pagado tus imprescindibles en segundo lugar.

Vale, dices que tengo que ahorrar primero pero ¿cuánto tengo que ahorrar? Ahorras lo que puedas. Se recomienda un mínimo del 10% de tus ingresos netos para hacer crecer tu riqueza, aunque si quieres llegar a la libertad financiera antes de tu jubilación (65 años) hay que manejar porcentajes bastante superiores, sobre el 30-50% o más. Es difícil llegar a esos números, aunque no es imposible. Y, en caso de no poder llegar a ese 10%, empieza con 10 euros, 5, 1, lo que sea, pero SIEMPRE ahorra, porque sino, estás trabajando y todo tu dinero se lo llevan otras personas. Y recuerda, si te estás dando lujos y no estás ahorrando, tienes que replantearte tus decisiones, porque así no se llega a la libertad financiera.

Entonces, si ahorro un 10% y pago todos mis indispensables ¿luego puedo despilfarrar el resto aunque sea más de un 10%? Sí, sí que puedes, pero volvemos al tema de las decisiones. Tus finanzas son tuyas personales y tú decides cómo vivir tu vida, pero recuerda cuál es nuestro objetivo y por qué estás leyendo esto. Si despilfarras más de lo que ahorras cada mes, tu meta estará mucho más lejos que si aumentas tus ahorros y despilfarras un porcentaje menor.

¿Y qué pasa cuando hay meses con más gastos de la cuenta? Como cuando tengo dos cumpleaños en un mes o en navidad y no puedo ahorrar. Te diré que no es excusa para no ahorrar. Navidad es el 25 de diciembre todos los años y los cumpleaños de tus amigos/familiares son el mismo día todos los años. Si te organizas, puedes ahorrar para esos gastos desde el primer día del año y así, cuando lleguen esas fechas, no serán gastos “extra” sino gastos presupuestados para los que te preparaste.

¿Y si algún mes me pasa algún imprevisto? Para ello tienes tu fondo de emergencia del que hablamos en una entrada anterior.

Si hay alguna pregunta que te surja, déjamela más abajo en los comentarios y podemos debatirlo, así todos aprendemos de todos.

Nos vemos en la siguiente.

¡A ser libres!

¿Qué es vivir por debajo/encima de tus posibilidades?

¡Muy buenas! Hoy vuelvo con otra reflexión, que espero te aporte algo o, al menos, te haga pensar sobre esto en adelante.

Como bien dice el título, siempre se nos ha dicho aquello de «vivir por encima de tus posibilidades es malo» o «hay que vivir por debajo de tus posibilidades para estar seguro», pero ¿qué es vivir por debajo o por encima de tus posibilidades? ¿Cuáles son mis posibilidades? ¿Cómo sé si estoy por debajo o por encima? ¿Y si quiero vivir de acuerdo a mis posibilidades sin irme por encima o por debajo? Pues sobre esto estuve pensando largo y tendido y hoy vengo a contártelo.

He hecho esta pequeña clasificación por facilitar la comprensión del concepto:

  • Vivir por encima de tus posibilidades = gastar dinero que no tienes (ganas 1000€, gastas 1200€ = 200€ de deudas = preocupación)
  • Vivir por debajo de tus posibilidades = siempre tener excedente (ganas 1000€, gastas 800€ = 200€ ahorrados = aumento de tu riqueza de 200€ al mes)
  • Vivir acorde a tus posibilidades = gastar todo lo que tienes sin endeudarte (ganas 1000€ gastas 1000€ = 0€ ahorrados = tu riqueza no aumenta)

Entonces, teniendo esto en cuenta es fácil pensar que el único error es vivir por encima de tus posibilidades, porque queda claro que vas a peor cada mes, cavando más y más profundo el hoyo de la deuda, y que las correctas son vivir por debajo y acorde a tus posibilidades, porque no te endeudas. Bueno, más abajo te contaré mi forma de ver cada caso con ejemplos y, al final, te daré mis conclusiones, pero me encantaría conocer las tuyas también.

  • Vivir por encima de tus posibilidades es un error bastante grave, porque mes a mes tu riqueza decrece y tus gastos aumentan, por lo que cada mes pierdes más y más dinero. Teniendo en cuenta que nuestro objetivo es ser financieramente libres, este estilo de vida NO nos acerca a nuestro objetivo, sino que nos aleja de él. Este estilo de vida, generalmente, lo provocan las ganas de aparentar ser lo que no se es: Comprar coches nuevos o de lujo, comprar ropa de diseñador, accesorios caros, salir a restaurantes de alto nivel, etc.
  • Vivir por debajo de tus posibilidades es lo correcto ya que nuestra meta es ser financieramente libres y, con este estilo de vida, cada mes tus facturas están pagadas y tus ahorros aumentan, acercándote día a día y mes a mes a tu objetivo. Este estilo de vida, generalmente, lo provoca una buena educación financiera y una valoración real de lo que es importante para nosotros y lo que no, reduciendo así gastos sin valor real. Por ejemplo: un Ford Focus te lleva igual que un BMW Serie 1 y por una fracción del precio y una camisa del H&M te viste igual que una de Emporio Armani.
  • Vivir de acuerdo a tus posibilidades también es un error porque vives de salario en salario y cualquier emergencia (por ejemplo: tienes que cambiar el embrague del coche o perder el trabajo) te llevaría a endeudarte y te sería muy difícil salir de esa situación, ya que nunca tuviste excedentes y ahora tus gastos han aumentado. Deberías, en esta ocasión, cambiar el nivel de vida al que estás acostumbrado/a para lograr pagar esa deuda. Entonces, si lo pensamos bien, vivir de acuerdo a tus posibilidades es muy similar a vivir por encima de tus posibilidades, porque el más mínimo aumento en tus pagos te lleva a endeudarte.

En conclusión, pienso que vivir por debajo de tus posibilidades es, realmente, vivir de acuerdo con tus posibilidades. La única forma en la que nunca serás esclavo de tu dinero o tus deudas es no tener deudas nunca y, para ello, es importante tener un buen fondo de emergencias del cual salgan todos esos gastos inesperados, además de un buen colchón económico para solventar una pérdida de trabajo o un ERTE, como ha ocurrido este último año con el Covid-19. No es lo mismo afrontar un descenso en nuestros ingresos teniendo 12 meses de gastos ahorrados que sin tener nada que te mantenga a flote.

En la próxima entrada hablaremos sobre qué significa, realmente, vivir por debajo de tus posibilidades y cuánto por debajo de tus posibilidades debemos vivir. Igualmente, recuerda que las finanzas personales son personales, todo lo que escribo aquí me sirve a mí y quizá a otras personas con una situación o mentalidad parecida a la mía, pero todo es extrapolable.

Nos vemos en la próxima entrada.

¡A ser libres!

Revisando mis resultados – Net Worth

¡Buenos días! Hoy no traigo información nueva, ni trucos ni nada. Hoy vengo a contarte lo que seguir los pasos que te conté en la entrada de Cómo empezar a crear riqueza (1) ha hecho por mí en estos últimos 3 meses y medio.

Pues, por si no me conoces o no has leído mi historia, te voy a contar los pasos que decidí implementar y el cambio de mentalidad que tuve que ejecutar antes de lograr aplicar esos pasos.

Yo, al igual que mucha gente, pecaba de generarme a mí mismo una «inflación de estilo de vida». Esto es aumentar gastos según aumentan mis ingresos. Lo cual puede parecer hasta lógico porque «si gano más, significa que puedo gastar más, porque hay más dinero»; pero esto, si nuestro objetivo es vivir una vida relajada y, en algún momento ser libres financieramente, ¡es un error enorme! El resultado de la «inflación de estilo de vida» es vivir de salario en salario, no lograr ahorrar lo suficiente ni para emergencias, adquirir deudas por no tener el dinero para afrontar gastos medianos (cambiar las ruedas del coche, por ejemplo), etc.

En Agosto de este 2020, después de llevar casi 6 meses en la pandemia y viviendo en otro país, habiendo llegado a tener que pedir dinero para poder venir a trabajar y con únicamente 40 dólares australianos en la cuenta, tomé la decisión de que nunca más sería pobre y que nunca más permitiría que la falta de dinero me limitase las opciones en la vida. Así que empecé a aplicar los conceptos básicos de la creación de riqueza.

Te voy a enumerar los que estoy llevando a cabo:

  • Controlar mis gastos: Creé un documento Excel en el que controlo mis ingresos (cuántas horas trabajo y cuánto cobro por día, semana y mes), controlo mis ahorros (cuánto mando a mi cuenta de ahorros y cuánto cash me queda mensual para gastar) y controlo los gastos (cuánto gasto en cada categoría, ya sea supermercado, teléfono, ocio, regalos, etc). Esto me permite saber a dónde va mi dinero y poder tomar medidas en cuanto a los gastos que no son importantes.
  • Priorizar mis gastos: En Agosto tenía muchos gastos que creía que necesitaba (portátil, móvil nuevo, altavoz y cascos bluetooth…) pero, una vez reevalué mis prioridades, lo único que compré fue el portátil (con lo que escribo el blog) y el altavoz bluetooth (un poco capricho, pero escucho música todo el rato, así que me aporta mucho valor diario), lo demás no lo necesitaba realmente y era simplemente ganas de tener juguetitos nuevos y satisfacción instantanea.
  • Marcarme un objetivo: En Agosto me marqué una meta, la cual ha ido variando según he ido acumulando ahorros, pero tener una meta me ha ayudado mucho a eliminar esos gastos que realmente no necesito y a sentirme bien con las decisiones que he ido tomando.
  • Pagarme a mí primero: Lo primero que hago cada vez que me ingresan la nómina es apartar los ahorros a una cuenta de ahorros. Como si no existiera esa cantidad. Si tuviese un ingreso estable, lo haría automáticamente para que ese dinero nunca esté en mi cuenta principal, pero como cada semana gano más o menos según las horas que trabajo, lo hago manual, ya que ahorro un porcentaje y no una cantidad fija (y bueno, mi TOC me obliga a redondear hasta el número terminado en 0 más cercano, siempre hacia arriba).

Únicamente con esas 4 claves, he conseguido más de lo que jamás habría imaginado. Sin ese cambio de mentalidad, tendría muchísimo menos ahorrado, porque habría caído en la tentación de gastar a lo loco porque «me lo merezco» ahorrando una cantidad bastante menor y, en consecuencia, extendiendo el tiempo que me tomará alcanzar mi libertad financiera.

El fin de semana pasado calculé mi patrimonio neto -Por si no sabes lo que es, simplificándolo mucho, es el valor de restar tus pasivos (cosas que te restan dinero: préstamos, hipoteca, etc.) de tus activos (cosas que te suman dinero: cuenta de ahorros, inversiones, etc.).- y me di cuenta de que, ¡por fin tengo un patrimonio neto positivo! Lo calculé desde Agosto hasta aquí e hice un pequeño gráfico para ilustrarlo. Lo puedes ver más abajo:

Como puedes ver, he sido bastante agresivo con mis ahorros, en las cuentas de Australia estoy contando la cuenta principal y la de ahorros, y en la cuenta española cuento el dinero que ingreso mensualmente para pagar el préstamo que tengo con el banco (liabilities se traduce en español como pasivos).

Aquí puedes decirme «claro, pero es que estás ganando mucho dinero y por eso has sido capaz de hacerlo tan rápido. Yo no puedo hacerlo» y tendrías razón únicamente en la parte en la que te refieres a la velocidad en la que lo he hecho, pero estarías en un tremendo error al pensar que tú no puedes hacerlo porque cobras menos o porque tengas más gastos que yo. Simplemente te tomaría algo más de tiempo, pero el proceso es el mismo y, si lo sigues disciplinadamente y sin excusas, verás los resultados mucho antes de lo que pensabas.

Si quieres un sólo consejo en el que confío al 100% para salir del hoyo financiero o para acelerar tu creación de riqueza este es: Controla tus gastos. Ya está, con eso sabrás por dónde se te escapa el dinero cada mes. Cuando veas que te has gastado sólo un euro y pico en la panadería hoy, pero resulta que te has gastado ese euro y pico todos los días, sin darte cuenta te has gastado más de 30€ ese mes en la panadería, o quizá los cafecitos a media mañana o por la tarde que te cuestan menos de 2€ pero al final del mes se montan en casi 50€ en algo que te puedes hacer en casa por mucho menos. Esta es la única manera en la que puedes saber dónde tienes el agujero por el que se te escapan tus euros por los que tan duramente has trabajado.

Y ¿sabes lo mejor de eso? Que si encuentras el agujero, y resulta que puedes recortar tus buenos 30-40€ al mes en cosas que no te aportan nada realmente importante a tu vida, puedes destinar esos 30-40€ a cosas que sí aporten cosas a tu vida, como ahorrar para tu fondo de emergencias, invertirlos, adelantar pagos en tus deudas, etc.

Como ves, controlar tus gastos te da un poder que no te imaginabas. Te devuelve el control de tu vida financiera. Quizá ahora mismo sea poca cosa, pero con el tiempo, si lo haces constantemente, irás viendo que cada mes eres capaz de reubicar un eurito más de los pasivos a los activos y ser un poco más libre cada día.

Por hoy yo ya tengo poco más que comentar. Si te ha gustado o si crees que es mejorable, por favor dímelo en los comentarios o en Facebook, que estaré encantadísimo de aclarar cualquier cosa o de que me corrijas, si crees que me equivoco en algo.

También te invito a suscribirte para que cada jueves te enteres de inmediato cuando salga un nuevo post. Estoy trabajando duro para poder aportarte más valor cada día y que mis entradas te sirvan, así que muchas gracias por leerme y nos vemos en la próxima.

¡A ser libres!

Ahorrar es una mala idea

¡Hola, hola! Otra semanita más por aquí para contarte cosas interesantes. ¡Vamos a ello!

Pues tal y como lo digo en el título, ahorrar tu dinero para cuando te retires es una muy mala idea. Ya sea metiéndolo todo en el colchón, en tu cuenta corriente o en una cuenta de ahorros, ahorrar no es buena idea y te voy a contar por qué.

Debido a la inflación, cada año que ésta es positiva, nuestro dinero pierde poder adquisitivo en el porcentaje en el que suba la inflación. Por ejemplo: Si tienes 10.000€ en tu cuenta de ahorros que te reporta un 0,35% de interés anual, pero este año la inflación sube en un 1%, tu dinero ha perdido un 0,65% de su valor, aunque haya aumentado su cantidad. En España, los últimos años la inflación ha tenido tramos en los que ha sido negativa; lo que significa exactamente lo contrario: tu dinero aumenta su poder adquisitivo; no obstante eso hay que analizarlo bien.

Si vemos la gráfica de la foto más arriba, podemos ver como hemos tenido, en los últimos 10 años, 4 años con una inflación negativa con respecto al año anterior. Y ahora estarás pensando «pues si ha sido negativa y eso significa que mi dinero vale más, no será tan mala idea ahorrar, ¿eh?» pero párate a ver bien la gráfica. Si hubieras metido los 10.000€ en 2014, en 2015 habrías ganado un 0,5% de poder adquisitivo y un 0,2% extra en 2016 sumando así un aumento del 0,7%; sin embargo en 2017 habrías perdido un 1,2% (0,7% ganado en 2015 y 2016 menos 1,96% perdido en 2017) del valor total de tus ahorros.

Ahora pongamos un ejemplo más completo utilizando toda la tabla. Imagina que en 2011 ahorras esos 10.000€ y tu cuenta de ahorros te da ese 0,35% de interés (ese porcentaje lo he sacado de aquí y he utilizado la que más interés te reporta sin necesidad de tener la nómina en la cuenta), si calculamos los intereses compuestos totales, contando con que no añadas más a ese ahorro desde el 2011, acabarías en 2021 con 10.391,80€ (un aumento minúsculo que no te supone nada en tu día a día) pero el valor de tu dinero ha caído en un 10,9% en total, por lo que podríamos decir que acabas, en 2021 con el equivalente a 9.259,09€ en 2011. ¡Menos de lo que metiste al principio!

Bueno, pues ya ves que no estoy tan loco, ¿verdad? Entonces ¿qué se supone que debo hacer con mi dinero si no es ahorrarlo? Pues ¡invertirlo! Hacer que trabaje para ti y te traiga más y más dinero cada día. ¿Me estás diciendo que no debo tener ahorros y tengo que meter todo mi dinero en una inversión? No, claro que no. Tienes que tener tu fondo de emergencias y tus ahorros de 6 meses o un año de gastos siempre disponibles como te expliqué en la entrada Cómo empezar a crear riqueza (1). Esto que te cuento aquí es para todos los ahorros a partir de que tengas esa base cubierta, porque con ese dinero es con el que crearás tu riqueza para poder retirarte y no tener que volver a preocuparte por tu dinero. Como sabes que me gustan los ejemplos, aquí te traigo el mismo que te he dado más arriba, pero en lugar de en una cuenta de ahorros, los metes en un fondo indexado (de esto hablaremos en una entrada próxima en más profundidad) como el S&P500. Históricamente este fondo reporta un 7% anual de beneficios. Esto significa que, si en 2011 metiste 10.000€ en el fondo indexado y te olvidaste de tu cuenta, en 2021 la abres y tienes 19,671.51€, que si a esto le restamos la inflación del 10,9% que vimos, acabas con el equivalente a 17.527,32€ en 2011.

¿Ves ahora el por qué digo que ahorrar es una mala idea? Ahorrando perdiste más de 700€ en poder adquisitivo; en cambio, invirtiendo, ganaste 7.527,32€ en poder adquisitivo. Y esto ¡sin mirar la cuenta! Imagina lo que podrías conseguir si te da por invertir 100€ al mes desde que metes los 10.000€ (Spoiler alert: 37,405.09€).

Ahora quizá te estés preguntando que de dónde saco yo estas cífras. Pues muy sencillo: en internet hay cientos de calculadoras de intereses compuestos con las que puedes obtener un estimado de cuánto vas a tener en un tiempo determinado o saber cuánto tienes que invertir mensualmente para llegar a un número X de dinero. Yo utilizo la calculadora de ChooseFI, a la que puedes acceder haciendo clic aquí. Es muy sencilla de utilizar, solo tienes que investigar un poco sobre los intereses pagados históricamente por el tipo de inversión que quieres hacer y lo pones en la calculadora, a partir de ahí es cosa de ir jugando con los números y fantasear un poco, ¡que es gratis!

Pues yo ya estaría. Ahora sólo me falta saber qué opinas de todo esto, si lo sabías de antes, si te acabas de enterar o si no estás de acuerdo conmigo. Cualquiera que sea tu postura, por favor, déjame saber en los comentarios más abajo o únete a nuestro grupo de Facebook: De Pobres a Libres.

Muchas gracias de nuevo por venir a leerme, espero que te sirva algo de lo que aquí expongo cada semana. Nos vemos en la próxima.

¡A ser libres!

Cómo crear riqueza (2)

¡Buenas! Hoy vamos a continuar con los 3 pasos que completan la primera parte de este tema. Ten en cuenta que estos tres pasos los comienzas desde una posición en la que no tienes deudas (bueno, quizá todavía te queda la hipoteca, pero se puede trabajar con eso y, más adelante, veremos como puede ser utilizada para crear riqueza) y puedes dedicar toda tu energía en crear riqueza y empezar el último tramo de este maratón que es el viaje hacia la libertad financiera.

Como dije más arriba, este viaje no es un sprint ni una carrera corta. Esto es un maratón, así que tienes que tener en cuenta que no hay fórmula mágica que traiga resultados inmediatos y, aunque no veas esos resultados este año, no dejes de confiar en el proceso. Millones de personas en todo el mundo han confiado en el proceso y hoy en día son millonarios y libres financieramente. Únete a mí y confiemos juntos en este proceso, a ver hacia dónde nos lleva.

Ya vale de dar la chapa, vamos al meollo:

Paso 5: Crea tu colchón económico. Ya tienes tu fondo de emergencias que no vas a tocar a menos que te pase algo realmente urgente, pero claro, eso es únicamente un fondo pequeño para que los imprevistos no te afecten en gran medida, pero no cubriría una larga baja laboral o un despido. Aquí es donde tienes que dedicar el dinero que dedicabas a pagar las deudas a crear este colchón económico que cubra entre 3 y 12 meses de gastos (fácilmente calculable con tu precioso presupuesto).
¿Cómo sabes cuántos meses deberías tener cubiertos? Pues esto depende de tu situación personal. Si eres una persona joven, sin pareja ni hijos, quizá 3 meses sean suficiente, ya que aún tienes tiempo para conseguir otro trabajo en esos tres meses. Si ya no eres tan joven y/o tienes hij@(s), quizá te convenga tener 6-12 meses cubiertos. Cuanto más tiempo tengas cubierto, más tranquilidad tendrás a la hora de afrontar una situación complicada.
¿Cómo lo hago? A estas alturas ya deberías estar acostumbrad@ a vivir con una cantidad X de dinero al mes, lo cual te facilitará mucho el ahorrar esta cantidad en relativamente poco tiempo. ¡No por haberte quitado las deudas ahora tienes que entrar en otra deuda! La idea es mantenernos sin deudas el máximo tiempo posible, por lo que hay que minimizar los gastos en lujos innecesarios y las compras guiadas por emociones. Dedica el 100% del dinero que usabas en pagar deudas para sumar a los ahorros que has ido creando durante los últimos 4 pasos (no dejaste de ahorrar, ¿verdad?).

Paso 6: Asegura tu jubilación. Dedica un porcentaje de tus ingresos a un plan de pensiones. Por desgracia, el sistema de pensiones público no es 100% fiable, ya que dependerá de la situación laboral en la que se encuentre el país cuando te jubiles. La mayoría de las grandes compañías tienen planes de pensiones a los que puedes aportar parte de tu sueldo bruto, sí, has leído bien, antes de que te cobren impuestos y, algunos de ellos hasta te igualan tu inversión y te regalan ese dinero en tu plan de pensiones. Si tu compañía no lo tiene, los bancos también ofrecen planes de pensiones con buenas condiciones.
¿Cómo lo hago? Fácil. Elige uno y ¡comienza!

Paso 7: Comienza a invertir. ¡Ya está! Ya tienes tus 3-12 meses cubiertos y tu plan de pensiones, ya llevas un tiempo respirando tranquil@ sin tener que mirar la cuenta del banco cada día y te sientes de maravilla porque los números no han sido rojos en mucho tiempo. Parece que está todo listo, ¡pero no! Ahora toca hacer que tu dinero comience a trabajar duro para ti, pero duro de verdad. Es hora de darles un trabajo importante, que es aumentar tu riqueza y generar más y más empleados.
Hay muchas formas de invertir, puedes utilizar cuentas a plazo fijo en el banco, puedes invertir en bolsa, en bienes raíces, en alguna empresa pequeña con buena proyección, etc. Aquí es donde yo no puedo ayudarte a decidir, porque cada inversión es muy personal. Hay gente que ha hecho fortunas en cada una de esas inversiones que he puesto de ejemplos, pero no todos han invertido en todas ellas. La clave para que las inversiones funcionen y te hagan rico es que te apasionen. Tienes que creer al 100% en ellas y tener la pasión suficiente para informarte en profundidad, entenderlas y disfrutar del proceso, sino, tienes una alta posibilidad de fracasar.
Toda inversión tiene su riesgo, la idea no es buscar una inversión segura, sino entender el riesgo y tomar decisiones informadas sobre qué tipo de inversión tiene un nivel de riesgo que estás dispuest@ a tolerar. No sirve de nada invertir en algo que no te va a dejar dormir por las noches, la finalidad de todo esto es que puedas dormir bien cada día y ¡que vivas feliz!
¡IMPORTANTE! No inviertas ningún dinero que vayas a necesitar en algún tiempo cercano a la fecha de inversión, porque estas inversiones son a largo plazo. Únicamente invierte dinero del que te puedas olvidar por 10 años o más.
¿Cómo lo hago? Lee sobre cada tipo de inversión y elige una para estudiarla a fondo y entender cómo funciona y cómo puede adaptarse a tu forma de vivir, luego añade a tu presupuesto una columna de inversiones y dedica un porcentaje de tus ingresos mensuales a estas inversiones (preferiblemente no inferior al 10% de tus ingresos).
Listo, ya has empezado a invertir y has creado tu primer activo, ahora toca alimentarlo y hacer que crezca fuerte y sanote para que, en un futuro, sea él el que te cuide y te alimente a ti.

BONUS: Donaciones. Ya tienes dinero y no tienes deudas que te cohiban, ahora puedes hacer con tu dinero lo que te dé la gana. Una de las mejores cosas que puedes hacer es donar parte de él para ayudar a causas con las que te sientas conectado. Quizá quieras donar para construir escuelas y hospitales en países en desarrollo, o quizá quieras donar a la investigación sobre el cáncer. No importa dónde o a qué, pero dar es una de las mejores acciones que podrás hacer. El sentimiento de estar haciendo algo bueno y de estar dándole un uso significativo a tu dinero y no meramente materialista es lo que te hará sentirte verdaderamente bien y te motivará a crear más riqueza para poder ayudar a más personas.

¡Ya está! Si has seguido todos estos pasos, ya deberías estar en la recta final de la maratón: ya visualizas el arco de la meta final, que es tu libertad financiera. Si aún no has llegado al último paso, no te desanimes, no será un camino de rosas, pero merecerá la pena. Sigue adelante y ¡nos vemos en la meta!

Gracias por leer hasta aquí, estaré encantado de recibir tus comentarios sobre lo que has leído y de entablar un debate sobre todo esto. Nos vemos en la próxima.

Cómo empezar a crear riqueza (1)

Buenas! Hoy estoy muy contento, porque por fin tengo mi fondo de emergencias al 100% y tengo algunos ahorros para empezar a crear mi riqueza, pero ¿cómo se crea la riqueza? Pues de eso vamos a hablar hoy.

Hoy te voy a contar cositas que he ido aprendiendo en estos últimos meses, cositas que he ido aplicando y que me están funcionando a mí, así que es muy probable que también te puedan funcionar a ti. Lo voy a dividir en 7 pasos fáciles de seguir en dos entradas. Esto no me lo he inventado yo, esto lo encontrarás en cientos de libros y miles de blogs, y cualquier persona que haya creado riqueza os lo dirá y no variará demasiado de lo que estás leyendo aquí hoy.

Esta entrada te va a ayudar a pasar de una situación económica negativa a una neutra, donde ya no tienes deudas y estás en la posición perfecta para comenzar a crear riqueza.

Paso 1: Supervisa tu dinero. Suena muy simple y casi obvio, pero muy poca gente lo hace de manera continua. Este es el paso más importante porque tu dinero es tu empleado. Cada euro que ganes es un empleado que trabaja para ti 24/7 y 365 días al año pero, sin supervisión, su trabajo es deficiente. Si sabes dónde va cada uno de los euros que ingresas, puedes optimizar su trabajo, recortar gastos donde no importa y usar ese dinero para pagar deudas o invertir en otras áreas que ayuden a crear más empleados que trabajen para ti.
¿Cómo lo hago? Creando un presupuesto. Esto lo puedes hacer de muchas maneras: En una libreta, en una hoja de excel, con el método de los sobres descrito en el libro «La transformación total de su dinero« de Dave Ramsey (si no lo conoces y estás endeudado, te lo recomiendo muchísimo), con una app como Fintonic en la que puedes enlazar tus cuentas de banco y automatizar la categorización de los gastos además de otras muchas funcionalidades bastante útiles.

Una vez tienes el presupuesto hecho con tus ingresos y tus gastos por categoría (ahorros, supermercado, transporte, facturas, alquiler, cafés, comidas fuera, etc.), podrás controlar por dónde se te está escapando el dinero y podrás controlar, a principio de cada mes, hacia dónde quieres que tu dinero vaya a trabajar.

Paso 2: Guarda el 10% de tus ingresos netos. Esto puede parecer casi una locura cuando estamos en una situación de endeudamiento masivo, pero es posible hacerlo, sacrificando un poco nuestro estilo de vida durante un tiempo para mejorar nuestra situación económica. Si estás en una situación tan mala que de verdad no puedes apartar el 10% porque siempre acabas en negativo los meses, no te preocupes, mete 5 o 10€ en la cuenta de ahorros, porque esa cantidad no te va a hacer estar en peor situación pero, si la ahorras, irá creciendo mes a mes. Lo importante es empezar.
¿Cómo lo hago? Al haber hecho tu presupuesto, ya sabes lo que vas a gastar en pagar tus deudas, facturas y comer pero, si dedicas todo tu dinero a eso, estás trabajando para otros, por lo que tienes que empezar a pagarte a ti mism@ primero. No, no estoy hablando de dejar de pagar deudas o dejar de comer para poder ahorrar, esto no tendría sentido. Estoy hablando de que en tu presupuesto mensual debes añadir una cantidad para ahorrar y debes apartarla el mismo día que te paguen independientemente de los gastos de ese mes en concreto.
Ejemplo: Te llega tu sueldo de 1100€, tienes 1050€ de gastos entre alquiler (450€), letra del coche y seguro(230€), gasolina (100€), facturas (120€) y comida (150€). Con tu presupuesto hecho decides recortar en comida cambiando de supermercado o yendo a por las ofertas y reduces esos 150€ a 120€ y cambias el plan de móvil que tienes por uno más barato, además de empezar a optimizar el gasto de agua y luz en tu casa, así que las facturas las bajas de 120€ a 100€. Ahora tus gastos pasan de 1050€ a 1000€ y te quedan 100€. Esos 50€ que has logrado recortar pasan directamente a ser ahorrados.

Paso 3: Crea tu fondo de emergencias. Ya has optimizado tus gastos con tu presupuesto y has logrado aumentar el dinero que ingresas en ahorros. Tu meta ahora mismo es conseguir un fondo para cubrir cualquier gasto imprevisto que pueda suceder, porque sí, los imprevistos nos ocurren a todos. 1000€ es un fondo de emergencias más que suficiente para cualquier gasto fuera de lo común (llevar el coche al taller, arreglar la lavadora, etc). Puede parecer mucha cantidad cuando no tenemos dinero, pero lo importante aquí es crear el hábito y ser constante. ¡RECUERDA! una emergencia no es «se me acabó el aceite de oliva» o «se ha roto la tele». Una emergencia es única y exclusivamente algo de vital importancia: Se te rompe el coche y no tienes cómo ir a trabajar, se rompió una tubería en tu casa y se te está inundando, etc. Si cualquier mínimo imprevisto es una emergencia para ti, no vas a tener nunca riqueza.
¿Cómo lo hago? Como dijimos en el paso 2, al principio de cada mes, aparta el 10% de tus ingresos (o la máxima cantidad que tu situación económica te permita) y, ni lo mires hasta que tengas los 1000€, que será antes de lo que te imaginas.

Paso 4: Haz una lista de todas tus deudas y págalas. Escribe, en un papel o donde quieras, una lista con TODAS tus deudas y las ordenas de menor a mayor. Ahora toca crear lo que se llama la «bola de nieve de deudas». Pagas la más pequeña para obtener ese sentimiento de éxito al haber pagado una deuda al completo, pero ahora toca seguir creando esta bola de nieve, el dinero que dedicabas a esa deuda lo sumas a la siguiente, y así sucesivamente hasta pagar al completo todas las demás.
Hay quien dice que es mejor priorizar las que te cobran un mayor interés en lugar de la más pequeña. Esto depende de ti, hay mucha gente que necesita esa «victoria» al terminar con una deuda. Siempre puedes hacer una mezcla de ambas: pagas la pequeña, tienes tu victoria y la siguiente es la de interés más alto y así todas.
¿Cómo lo hago? Una vez que tu fondo de emergencias está completo, ya tienes el hábito de ahorrar y tus finanzas bajo control, así que es cosa de, sin dejar de ahorrar, dedicar parte de tu dinero a hacer pagos adelantados a las deudas. Puedes dividir el dinero que ahorras para dedicar una parte a esto (esta es la solución menos ideal), puedes reducir los pagos de otras deudas al mínimo que te permita la entidad para dedicar el sobrante a finiquitar la deuda en cuestión y empezar la bola de nieve, etc.
Ejemplo: Tienes una tarjeta de crédito con 270€ de deuda y un pago mensual de 50€ y tu letra del coche a la que le quedan 3500€ y un pago mensual de 120€. Siguiendo este paso, tu primera opción será pagar esa tarjeta de crédito aumentando los pagos de 50€ mensuales a 90€ (o el máximo que puedas añadir) para pagar esa deuda en menos de los 6 meses que te costaría con el pago actual. Una vez terminas con la tarjeta de crédito, añades esos 90€ que pagabas a la tarjeta a los 120€ mensuales por la letra del coche. Ahora pagas 210€ por la letra del coche, reduciendo casi al 50% el tiempo que tardas en pagarla.

Si has leído hasta aquí, estás en el camino hacia la riqueza. Implementa los pasos descritos en esta entrada y empezarás a salir del hoyo. En la siguiente publicación explicaré los pasos para empezar a crear riqueza partiendo de una situación económica neutra en lugar de negativa.

Gracias por leerme, ¡nos vemos en la próxima!

Segunda parte aquí

Mis errores financieros (1)

Bienvenidos otra vez a mi autoanálisis semanal.

Después de contaros un poco más sobre mí la semana pasada, esta semana quiero contar algunos de los errores financieros que he cometido a lo largo de mi vida. No os preocupéis, no voy a hacer un post con TODOS ellos, sólo voy a contar los que creo que pueden afectar a un mayor número de personas, ya que son culpa de una mala programación financiera.

Error 1: Este es el más «inocente» de los tres. Se trata de una tarjeta de crédito de la que me acostumbré a echar mano: la tarjeta Pass del Carrefour. Era muy cómodo poder pagar las compras con ella y pagarlo todo a fin de mes, sobre todo, cuando ¡me daban dinero por usarla! Un 8% de todo lo gastado era devuelto en forma de un «cheque ahorro» cada tres meses. ¡Genial! Pensaba yo… Me estaban regalando dinero simplemente por hacer mis compras. Y sí, era genial, porque cada 3 meses gastaba el cheque ahorro en una compra y me «ahorraba» ese dinero. Pongo «ahorraba» entre comillas porque no lo ahorraba, sino que lo gastaba en otras cosas, así que al final, me quedaba igual que estaba.

Pero… Si te quedabas igual que estabas, ¿por qué le llamas error? Porque, si podía vivir gastando únicamente «X» cantidad de dinero, los meses que tenía «X+Y» lo lógico habría sido usar «Y» para pagar deudas o para ahorrarlo, en lugar de gastarlo. De esta manera, no me quedaría igual que estaba, sino que mi situación habría mejorado.

La solución fue pagar la un mes y dejar de usarla, comprando única y exclusivamente lo necesario. Fue un mes duro y me costó mucho trabajo, pero me liberé de esa deuda para siempre.

Error 2: Este es el que más demuestra mi mala programación financiera. Tenía un sueldo corto, por lo que compartía piso con una chica. El piso estaba una zona decente, pero era casi imposible aparcar cerca, en verano era increíblemente caluroso (incluso apagando el termo, el agua salía caliente de la ducha en verano), pero era barato (500€ más facturas entre los dos. Unos 300€ mensuales individualmente) y fuera de la temperatura en verano, era buen piso. ¿Cuál fue el error, entonces?

En la inmobiliaria me ascendieron de telemarketer a vendedor de nuevas construcciones, con un aumento de salario base y ¡las comisiones también eran mayores! No había opción de que yo aguantase a más compañer@s de piso o el calor de ese verano en ese piso, claro que no. Ya estaba «cobrando bien» ya me podía permitir vivir yo solo en un pisito más pequeño. ¿Habéis encontrado ya mi error?

Exactamente, empecé a cobrar más, por lo que tenía dos opciones: 1-Seguir viviendo igual, en el piso en el que estaba con algún/a compañero/a y ahorrar el dinero extra que me estaba entrando ahora. 2-Irme a un pisito más pequeño y pagar más, ahorrando nada y viviendo de salario en salario, como estaba antes. Mi decisión fue la 2.

Conseguí un pisito de 50m2 muy mono, en el centro de Fuengirola, cerca de todo. Era ideal, con un solarium igual de grande justo encima y lo decoré y acomodé con mi ex-pareja, estábamos muy ilusionados. Pagaba 550 con facturas incluidas (menos internet, así que unos 600€ mensuales), así que ya veis, el doble de lo que pagaba antes, pero mi salario no era el doble de lo que era en el otro piso, por lo que mi situación empeoró considerablemente. Las deudas se apilaban, le pedí prestado a mi pareja el dinero del depósito, tuve que comprar algunos muebles, una tele (Obvio, ¿cómo voy a vivir sin una smart tv de 55″?). En fin, ahora pagaba más del 50% de mi salario en alquiler y préstamos relacionados con la vivienda. A eso suma coche (este tema viene en el siguiente post), gasolina, comida, gym y tenis y tienes un gasto mensual superior al 100% de mi salario.

¿Qué hice? Dejé el piso, me fui de vuelta a casa de mis padres y vendí varias cosas. Pensaréis que con esto solucioné mis problemas y empecé a ahorrar y a prosperar económicamente. Pues no, porque ataqué a los frutos en lugar de las raíces. Sí, corté los frutos, mis gastos bajaron considerablemente y ahora ahorraba un poquito cada mes, pero también gastaba más en salir a restaurantes y de fiesta y me permitía más caprichitos. Los frutos (alquiler alto, préstamos, etc) habían sido cortados drásticamente, pero las raíces que los produjeron (mi programación financiera) seguía siendo la misma, así que me generé el mismo fallo de nuevo causando más drama en mi vida.

Seguiremos en el siguiente post con el error que más me afecta a día de hoy y que afecta a una gran mayoría de personas en el mundo.

Gracias por leerme y nos vemos pronto!