Muy buenas, me alegra que estés aquí otra semana más.
Como te prometí la semana pasada, hoy voy a compartir contigo mi visión sobre qué significa, realmente, vivir por debajo de nuestras posibilidades y cuánto por debajo debemos vivir para llegar a nuestra meta de ser financieramente libres, porque sí, todo lo que escribo aquí es orientado a alcanzar la libertad financiera.
Vivir por debajo de nuestras posibilidades es, simplemente, gastar menos de lo que se gana para ahorrar e invertir el restante y, de esta manera, crear riqueza. Esto es bastante simple si sigues los pasos que te dejé en esta entrada. Básicamente: lo más importante si aún no tienes un hábito de ahorrar e invertir o no logras ahorrar todo lo que te gustaría, es controlar tus gastos: Apunta TODO lo que gastes en una libreta, en una app tipo Fintonic, en las notas del móvil, donde sea, pero apunta cada euro que gastes. Cuando sepas a dónde va cada uno de tus euros, podrás reubicarlos en otros sitios más importantes para tu vida.
Cuando controlas tus gastos, tú decides, es así de simple. Una vez tienes tus gastos controlados es cosa de hacer un ejercicio de autoanálisis: de todas las cosas en las que gastas, qué es indispensable, qué cosa aportan valor real a tu vida y qué cosas son meros lujos prescindibles. Te lo aclaro más abajo:
- Indispensable: alquiler o hipoteca, facturas (de luz, agua, teléfono, etc.), compra en el supermercado, transporte.
- Cosas que aportan valor: cualquier cosa que te haga feliz. En mi caso sería todo lo relacionado con jugar al tenis, café de calidad, cervezas especiales, bailar y la comida (ya sea en restaurantes o comprando producto de primera calidad que no compraría a diario por precio). En tu caso quizá sea el maquillaje, el crossfit, el dibujo, la lectura… Cualquier cosa que te haga feliz de verdad.
- Lujos prescindibles: ropa de marca, usar el coche sin necesidad, entrar en Tiger a mirar y salir con 35€ de cosas que vas a perder a los dos días, salir a comer fuera varias veces a la semana, etc. Por simplificarlo, cosas que no te aportan nada extra si lo comparas con otras alternativas más baratas o gratuitas.
Una vez tienes claro qué gastos van en cada una de las clasificaciones, ya has ahorrado; porque lo prescindible puedes eliminarlo de golpe. Luego puedes buscar formas de ahorrar dinero en las otras dos categorías, ya sea buscando un alquiler más barato o alquilando una habitación en tu casa para pagar parte de la hipoteca. Buscando una compañía de teléfono más económica o negociando tu factura con tu compañía actual. Aprovechándote de las ofertas del supermercado y cocinando las comidas de la semana en casa. Utilizando el coche solo para lo que sea estrictamente necesario, etc. Hay millones de formas de ahorrar dinero sin privarte de nada y únicamente requieren un poco de tu tiempo para organizarlo todo.
Recuerda que cada euro que ahorres mensual es un aumento de sueldo inmediato que te estás dando tú a ti misma/o, por lo que, si te da pereza pasar un par de horas un día o dos al mes en hacer esto, piensa que ese par de horas quizá te ahorre 50€ al mes, que son 600€ al año. No salen mal esas cuentas ¿verdad?
Ahora que sabes a dónde va cada euro, has recortado en las cosas que no son importantes y has logrado reducir gastos en las que sí son importantes además de ahorrar todo ese dinero sobrante: te habrás dado cuenta de que no eres menos feliz que antes, porque has recortado en cosas que no te hacían feliz realmente y que te lastraban tu progreso financiero. Ahora sigues siendo feliz y tienes dinero para ahorrarlo.
¿Me estás diciendo que no puedo disfrutar de lujos nunca? No, no digo eso, te puedes dar lujos de vez en cuando, pero recuerda que esos lujos es con el dinero sobrante después de haber ahorrado en primer lugar y pagado tus imprescindibles en segundo lugar.
Vale, dices que tengo que ahorrar primero pero ¿cuánto tengo que ahorrar? Ahorras lo que puedas. Se recomienda un mínimo del 10% de tus ingresos netos para hacer crecer tu riqueza, aunque si quieres llegar a la libertad financiera antes de tu jubilación (65 años) hay que manejar porcentajes bastante superiores, sobre el 30-50% o más. Es difícil llegar a esos números, aunque no es imposible. Y, en caso de no poder llegar a ese 10%, empieza con 10 euros, 5, 1, lo que sea, pero SIEMPRE ahorra, porque sino, estás trabajando y todo tu dinero se lo llevan otras personas. Y recuerda, si te estás dando lujos y no estás ahorrando, tienes que replantearte tus decisiones, porque así no se llega a la libertad financiera.
Entonces, si ahorro un 10% y pago todos mis indispensables ¿luego puedo despilfarrar el resto aunque sea más de un 10%? Sí, sí que puedes, pero volvemos al tema de las decisiones. Tus finanzas son tuyas personales y tú decides cómo vivir tu vida, pero recuerda cuál es nuestro objetivo y por qué estás leyendo esto. Si despilfarras más de lo que ahorras cada mes, tu meta estará mucho más lejos que si aumentas tus ahorros y despilfarras un porcentaje menor.
¿Y qué pasa cuando hay meses con más gastos de la cuenta? Como cuando tengo dos cumpleaños en un mes o en navidad y no puedo ahorrar. Te diré que no es excusa para no ahorrar. Navidad es el 25 de diciembre todos los años y los cumpleaños de tus amigos/familiares son el mismo día todos los años. Si te organizas, puedes ahorrar para esos gastos desde el primer día del año y así, cuando lleguen esas fechas, no serán gastos “extra” sino gastos presupuestados para los que te preparaste.
¿Y si algún mes me pasa algún imprevisto? Para ello tienes tu fondo de emergencia del que hablamos en una entrada anterior.
Si hay alguna pregunta que te surja, déjamela más abajo en los comentarios y podemos debatirlo, así todos aprendemos de todos.
Nos vemos en la siguiente.
¡A ser libres!